Período: Febrero 2017 – Febrero 2018

Financiador: Banco Interamericano de Desarrollo – BID

Instituciones participantes: IECS

Investigadoras: Vilma Irazola, Analía Nejamis, Andrea Beratarrechea, Daniela Moyano, Laura Gutierrez

Resumen:

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) están aumentando y constituyen la principal causa de muerte. En Argentina, la ECV representa el 34,2% de las muertes y el 12,6% de los años de vida potencialmente perdidos. La hipertensión arterial es uno de los mayores factores de riesgo de ECV y muerte temprana en el mundo. Un estudio de cohorte prospectivo de base poblacional realizado en el Cono Sur de

Latinoamérica, estimó una prevalencia de 42.5% (95% CI 41.3, 43.7). Además relevó que solo el 21% de todos los hipertensos y el 43,3% de los hipertensos tratados tenían su presión arterial controlada. El presente estudio explorará estrategias basadas en economía del comportamiento. Las mismas están emergiendo en todo el mundo como una pieza clave para actuar en la modificación de hábitos relacionados con factores que conllevan a un aumento en las enfermedades cardiovasculares. El estudio propuesto evaluará si dos estrategias basadas en Economía del Comportamiento logran mejorar el control de la hipertensión, en comparación con la atención habitual, en personas con hipertensión mal controlada, que posean únicamente cobertura pública de salud. Para ello, se realizará un ensayo clínico aleatorizado controlado individual con tres ramas. Se reclutarán aproximadamente 429 pacientes (143 por rama) repartidos en 6 Centros de Salud de Atención Primaria (CAPS) pertenecientes a la provincia de Buenos Aires. La población de interés está constituida por personas adultas con hipertensión pertenecientes a los CAPS seleccionados. Las intervenciones propuestas incluyen la entrega de un dispositivo para el auto-monitoreo de la presión arterial condicionado a la firma de un “contrato de compromiso”, y las mentorías con pares hipertensos que han logrado controlar su presión arterial, en comparación con la atención habitual que reciben estos pacientes y tendrá un seguimiento de 3 meses.

Como resultado principal esperado, se medirá la diferencia en los valores de presión arterial sistólica y diastólica entre los grupos intervención y control desde la etapa basal a la terminación de la intervención a los 3 meses. Luego, como resultados secundarios se evaluará la proporción de pacientes con control de la hipertensión (presión arterial <140/90 mm de Hg), la modificación neta del peso corporal a lo largo del seguimiento, si hubo intensificación del tratamiento farmacológico, el auto-reporte de adherencia a la medicación por parte del paciente y el número de visitas al CAPS en el transcurso del período de intervención.