4 de marzo. Día Mundial de la Obesidad
GACETILLA
4,3 MILLONES DE CASOS DE EXCESO DE PESO Y OBESIDAD SON ATRIBUIBLES AL CONSUMO DE BEBIDAS AZUCARADAS
ESTUDIO REALIZADO EN 4 PAÍSES DE LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE ADVIERTE QUE EL CONSUMO DE BEBIDAS AZUCARADAS ESTÁ ASOCIADO A OBESIDAD Y SOBREPESO. SEÑALA ADEMÁS QUE SE GASTAN U$D 2.000 MILLONES EN TRATAR LAS ENFERMEDADES DERIVADAS DE DICHA INGESTA.
En Argentina, Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago, el consumo de gaseosas (refrescos), jugos, aguas saborizadas y otras bebidas con azúcar causa por año 4,3 millones de casos de exceso de peso en niñas, niños, adolescentes y adultos, y 2,2 millones de casos de diabetes tipo 2 (19%) en la vida adulta según un nuevo estudio publicado en la revista científica BMJ Open (ver aquí) y conducido por un equipo de investigación del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina, organización con 20 años de trayectoria en investigación en salud que es afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Se trata del primer estudio que analizó el consumo de bebidas azucaradas en América Latina y el Caribe con un modelo que permite estimar cifras de enfermedades y costos atribuibles al consumo de estas bebidas.
Las cifras de consumo son altas en los cuatro países estudiados, aunque muestran cierta heterogeneidad. En Argentina el consumo promedio en personas adultas es cercano a 85 litros por año, siendo aún mayor en niñas, niños y adolescentes, quienes consumen más de un vaso por día. En ese mismo país, el número de casos de sobrepeso y obesidad atribuible a las bebidas azucaradas es cercano a 1.300.000 en todas las edades (niñas, niños, adolescentes y personas adultas).
En Brasil, el consumo diario en la vida adulta es de 61 litros anuales, siendo de casi el doble en la niñez. El número de casos de sobrepeso y obesidad atribuible a estas bebidas es superior a 2.900.000 casos. Por su parte, El Salvador registró un consumo promedio de 60 litros, con 116.000 casos atribuibles, siendo el consumo en la niñez y adolescencia superior a un vaso diario.
Trinidad y Tobago tiene un mayor consumo relativo promedio en personas adultas, siendo de 99 litros anuales (similar al consumo en la niñez y adolescencia); 26.500 casos de obesidad y sobrepeso pueden atribuirse al consumo de estas bebidas.
El equipo de investigación también calculó que, en los cuatro países analizados, el consumo de bebidas azucaradas estuvo asociado con 18.000 muertes y siete millones de eventos de enfermedades. Esto incluyó 1,5 millones de casos de sobrepeso y obesidad en niñez y adolescencia (12% de los casos de exceso de peso) y 2,8 millones de casos en personas adultas (2,8%); 2,2 millones de casos de diabetes tipo 2 (19%); 200,000 casos de cardiopatías (3,8%); 124.000 accidentes cerebrovascular (3,9%); 116.000 casos de enfermedad musculoesquelética (0,2%); 102,000 casos de enfermedad renal (0,9%); y 45.000 episodios de asma (0,4%).
El modelo desarrollado, que se basó en una revisión de la literatura científica sobre los efectos de tomar bebidas azucaradas y en datos reales de consumo y de carga de enfermedad en los distintos países, también estimó que los costos directos que tiene tratar el sobrepeso y la obesidad atribuibles a estas bebidas rondan los US$ 98 millones anuales: US$ 18 millones en niñas, niños y adolescentes y US$ 81 millones en personas adultas. Los costos trepan a unos US$ 2.000 millones cuando se consideran todos los eventos de enfermedad asociados en la adultez.
Las bebidas azucaradas son altas en calorías, bajas en valor nutricional y la principal fuente de azúcares agregados en la dieta. Su consumo tiene importantes consecuencias adversas para la salud, tanto dependientes como independientes del exceso de peso.
“No tenemos que perder de vista que el sobrepeso y la obesidad representan un determinante crítico de la frecuencia de otras enfermedades. Bajar el consumo de bebidas azucaradas reducirá la obesidad y también el riesgo de enfermedades relacionadas, como diabetes, trastornos cardiovasculares, cáncer, problemas de las articulaciones, asma, depresión, aislamiento social y caries”, puntualiza la Dra. Andrea Alcaraz, coordinadora de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del IECS.
Según Alcaraz, los resultados “permiten dimensionar las consecuencias sanitarias y económicas de consumir este tipo de bebidas” y “son un fuerte incentivo para adoptar políticas que reduzcan el consumo de estas bebidas, incluyendo regulación de la publicidad, aumento de impuestos (como los aplicados en México) y etiquetados frontales. Es necesario actuar cuanto antes”.
“Este estudio puede hacer una valiosa contribución para llamar la atención de la población y de los tomadores de decisión respecto de este importante problema de salud pública, así como puede brindar apoyo a las intervenciones de políticas que muchos países están luchando para implementar”, concluyeron los investigadores.
Los/las autores/as del trabajo son: Andrea Alcaraz, Ariel Bardach, Natalia Espinola, Lucas Perelli, Federico Cairoli, Darío Balán, Alfredo Palacios, Federico Augustovski y Andrés Pichon Riviere por el IECS. Ese equipo argentino estuvo acompañado por profesionales de ACT Promoción de la Salud de Brasil; de la Universidad Católica de El Salvador; de la Universidad de West Indies de Trinidad y Tobago y de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
ACERCA DEL IECS: El IECS es una institución académica independiente y sin fines de lucro que se dedica a investigación, educación y cooperación técnica en salud. Fundada en 2002, es una institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que alberga una unidad ejecutora del CONICET, un centro Colaborador de la OMS y un Centro Cochrane. La misión del IECS es “contribuir a mejorar la salud global, generando y promoviendo la aplicación de la mejor evidencia científica”.
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