El 50% de los argentinos que sufre un infarto padece la reducción de sus ingresos

Una investigación publicada por Plos One, una revista científica reconocida internacionalmente, develó que más de la mitad de los argentinos que fueron estudiados tras ser hospitalizados por eventos cardiovasculares como infartos y ACV vieron disminuir sus ingresos personales y los ingresos de su grupo familiar (ver recuadro). Más de un 70 por ciento debió reducir las horas laborales, un 61% tuvo problemas emocionales y el 10% no compró los medicamentos que necesitaba por no poder afrontar el costo de los mismos.

El estudio fue realizado por 20 investigadores extranjeros y dos argentinos, quienes pertenecen al Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), una organización sin fines de lucro que se dedica a la investigación, la educación y la cooperación técnica en salud.

El médico argentino Andrés Pichon-Riviere, director ejecutivo del IECS, uno de los autores principales de la investigación y responsable del estudio en la Argentina, explica que la publicación se propuso poner bajo la lupa las consecuencias económicas y sociales que produce la hospitalización de personas que sufren eventos cardiovasculares como infartos y ACV. “La enfermedad cardiovascular produce un impacto que va mucho más allá de la parte física de la persona que sufre un infarto. Es un impacto del que nunca se habla y que nunca se ve, que es el daño que produce la enfermedad en el nivel familiar, económico y social de cada paciente. Existe una especie de cono de sombra que afecta al entorno del paciente y cuyas consecuencias pueden ser, por ejemplo, que los hijos de un hombre que sufre un infarto tengan que abandonar el colegio para ir a trabajar, que una ama de casa que se ocupa de la educación de los niños se vea obligada a salir a buscar un empleo o que una familia tenga que vender una casa o un terreno para afrontar ciertos gastos. La enfermedad cardiovascular constituye un evento grave, pero no sólo desde el punto de vista médico”, asegura Pichon-Riviere.

El estudio difundido por Plos One se titula “A cross-sectional study of the microeconomic impact of cardiovascular disease hospitalization in four low and middle-income countries” ycuantificó las consecuencias económicas producidas por la hospitalización de 1657 personas de entre 25 y 70 años que sufrieron infartos en Argentina y en otros 3 países de medianos y bajos ingresos: China, India y Tanzania.

¿QUÉ SUCEDE DESPUÉS DE SUFRIR UN EVENTO CARDIOVASCULAR?

                                                                               NIVEL DE INGRESOS DE LOS PACIENTES
 

BAJOS INGRESOS INGRESOS MEDIOS ALTOS INGRESOS
Disminuyó el ingreso individual 78,1% 62,5% 57,3%
Experimentó estrés emocional 72,4% 59,4% 57,3%
No pudo tomar la medicación debido a su costo 13,3% 7,3% 10,6%
Disminuyó las horas de trabajo 77,6% 75,7% 70,4%
Se sintió limitado 86,7% 65,8% 57,3%
Algún miembro de la flia. disminuyó las horas laborales o dejó de trabajar 11,8% 9,9% 6,7%
Algún miembro de la familia aumentó las hs. laborales o empezó a trabajar 17,1% 20,8% 22,5%


NUMEROS MUY HUMANOS

El estudio señala que en la Argentina la forma más habitual de hacer frente a los costos médicos que devienen del infarto (y de otros eventos cardiovasculares) consiste en pedir dinero prestado a familiares y amigos, mientras que en otros países (como la India) es más habitual que prefieran recurrir a préstamos bancarios.

Al respecto, el Coordinador de Economía de la Salud del IECS y coautor de la publicación, el  Licenciado en Economía Joaquín Caporale, explica: “Esas diferencias no sólo tienen que ver con las costumbres y la cultura de cada país; también están relacionadas a la organización del sistema de salud y a la realidad económica. Lo que unifica a países tan distintos como Argentina, China, Tanzania e India es que en todos ellos la enfermedad cardiovascular afecta seriamente a la economía tanto en forma directa como indirecta porque produce una reducción en la productividad de la población económicamente activa. Esa pérdida de productividad no sólo implica una baja en los ingresos de la población sino también del gobierno y la sociedad a través de una menor recaudación impositiva y de un consecuente menor gasto público”.

Según Caporale, “este estudio es novedoso porque muestra la relación entre varias características socioeconómicas y de utilización de recursos con la presencia de una enfermedad tan importante como la cardiovascular con características socioeconómicas y con la utilización de recursos. No hay muchos estudios de este estilo en nuestro país”.

Con respecto al impacto económico de los eventos cardiovasculares, Pichon-Riviere concluye: “Los países pobres ya no pueden seguir pensando que invertir en salud es un lujo. Es una inversión porque si bien es cierto que la pobreza genera enfermedad, estudios como éste demuestran que para poder salir de la pobreza hay que ocuparse de la salud. La enfermedad genera pobreza”.


UN PASO ADELANTE

El acceso a la atención hospitalaria y ambulatoria está garantizada para todos los argentinos, sin importar su nivel de cobertura social y del hospital en el que se atiendan”, puntualiza la publicación. Este punto no es menor. El estudio analiza los gastos que devienen del infarto y estipula que un “gasto catastrófico” (implica que el 40% de todos los gastos de la familia no destinados a comida debieron ser utilizados para la atención de la enfermedad) es sufrido por apenas el 5% de la población argentina de altos ingresos, mientras que en otros países un 70% o más de las familias pueden enfrentar gastos catastróficos ante un evento cardiovascular. En comparación con otros, la situación en la Argentina es muy buena, pero no es igual en todos los grupos socioeconómicos. Si bien el riesgo de gasto catastrófico es bajo en nuestro país, aquellos que no tienen cobertura médica o pertenecen a grupos socioeconómicos desfavorecidos están expuestos a un riesgo 4 veces mayor que el resto de la población. Además, también sufren más problemas emocionales y limitaciones antes la enfermedad.

Sin embargo, la cobertura médica sola no impide caer en riesgo catastrófico. En China, el 80% tiene cobertura médica pero la caída de los ingresos familiares igual alcanza el 40,9%.

Por eso Pichon-Riviere afirma: “Cerca del 60% de los argentinos tiene seguro médico a través de las obras sociales o el sistema privado, pero el resto de la población cuenta con el sistema público de salud, que también brinda una cobertura muy amplia. Comparada con otros países, la cobertura médica de la Argentina es muy buena porque si una persona necesita una cirugía cardiovascular o un desfibrilador de alto costo es muy probable que pueda acceder a los tratamientos sin necesidad de poner plata de su bolsillo. En otros países, estos gastos los afronta solamente la familia del paciente (el Estado no interviene) y los que no logran reunir la plata necesaria se quedan sin tratamiento, sin operación o sin internación”.

“En nuestro país el gasto lo afronta el Estado. Este aspecto positivo desgraciadamente también implica que en muchos casos se terminen desperdiciando recursos. Millones de pesos son utilizados en tecnologías de alto costo para quienes ya están enfermos y, al mismo tiempo, hay muchas acciones de prevención que no se llevan adelante. Habría que empezar a invertir más recursos en la prevención de la enfermedad cardíaca porque hay estudios que demuestran que prevenirla es mucho más eficiente que tratarla una vez que irrumpió”, concluye.


ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN CIFRAS

    • Las enfermedades cardiovasculares causan en el mundo 17.7 millones de muertes por año, número que representa el 11 por ciento de los decesos.
    • Representa el 34.2 por ciento de las muertes de nuestro país y el 12,6 por ciento de las discapacidades. Fuente: Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación.
    • Es la principal causa de muerte en la Argentina y en el mundo y una de las principales causantes de morbilidad. Fuente: Organización Mundial de la Salud.
    • Afecta a personas que viven en países de bajos y medianos ingresos entre 10 y 15 años antes que a las personas que viven en países de altos ingresos. Fuente: “A race against time: The challenge of cardiovascular disease in developing countries”. Tustees of Columbia University. N. York

 

INFORMACION GENERAL

¿Por qué se producen las enfermedades cardiovasculares? En Argentina, los principales factores de riesgo de muerte de la enfermedad cardiovascular son: la hipertensión, los elevados índices de masa corporal (IMC: peso en kilos dividido por la altura al cuadrado en metros), la ingesta de alcohol y el tabaquismo. Los IMC altos se deben a la ingesta excesiva de calorías y a la falta de actividad física, mientras que la hipertensión se origina, también, por llevar dietas de baja calidad.

¿Qué es el IECS? El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria es una organización argentina sin fines de lucro que se dedica a la investigación científica, la educación y la cooperación técnica. Su objetivo es mejorar la efectividad, la eficiencia, la equidad, la calidad, la seguridad y la sustentabilidad de los servicios de salud de Latinoamérica y el Caribe.

 
CV Dr. Andrés Pichon-Riviere

Médico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) galardonado con el diploma de honor. Se graduó de Magister en Ciencias en Epidemiología en la escuela de Salud Pública de Harvard University y de Doctor en Medicina con orientación en Salud Pública en la UBA.

Actualmente es el director ejecutivo del IECS y el director del Departamento de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Economía de la Salud de dicha institución. También se desempeña como profesor de Salud Pública en la UBA y es miembro del consejo directivo de la Maestría en Efectividad Clínica (PEC) de la Facultad de Medicina de la UBA.

Es miembro del Consejo de la Initiative for Cardiovascular Health Research in Developing Countries (IC-Health), vicepresidente de la International Network of Agencies for Health Technology Assessment (INAHTA), del grupo de investigación de la Federación Mundial del Corazón y del Scientific & Professional Programs Committee de Health Technology Assessment International (HTAi).

Coordina proyectos académicos y de investigación en el área de la evaluación de tecnologías sanitarias y evaluaciones económicas en la Argentina y otros países de Latinoamérica.

 

Contacto de prensa: Mariana Comolli Tel.: (+54-11) 4777-8767 mcomolli@iecs.org.ar