En Argentina, las bebidas azucaradas causan más de medio millón de casos de diabetes

Son datos de un estudio de carga de enfermedad atribuible al consumo de gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas que midió también el impacto económico de la ingesta.

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Inscripción  al Webinar “Lo visible y lo oculto de las bebidas azucaradas: el consumo de gaseosas, jugos, energizantes y aguas saborizadas como la punta de un iceberg que afecta la salud de la población y daña la economía”. Jueves 19 de noviembre a las 15hs.

 Tomar gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas desencadena en Argentina, cada año, 357.000 casos de diabetes en hombres y 282.000 en mujeres, según un estudio que refuerza la necesidad de implementar medidas para limitar su consumo desde la infancia.

La investigación fue liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). “Las cifras revelan que, aproximadamente, 639.000 casos de diabetes pueden ser atribuidos al consumo de bebidas azucaradas, explica la Dra. Andrea Alcaraz, máster en Efectividad Clínica y una de las investigadoras principales de este trabajo.

Otros factores que contribuyen son el sedentarismo, los antecedentes hereditarios y el bajo consumo de frutas y verduras. 

Los datos son alarmantes porque la diabetes, que afecta al 11% de los argentinos según la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, aumenta las posibilidades de mortalidad prematura, enfermedades cardiovasculares, ceguera, lesiones renales, infecciones, úlceras en los pies y amputaciones[i], así como incrementa la probabilidad de desenlaces adversos de COVID-19.

De acuerdo con los investigadores de este trabajo, la diabetes atribuible al consumo de bebidas azucaradas causa por año en el país 750 muertes en hombres y 560 en mujeres, lo que representa respectivamente el 21% y el 17% de todos los decesos por esa causa.

Los adultos de Argentina consumen en promedio 85 litros anuales de bebidas azucaradas, incluyendo gaseosas, una de las categorías de productos donde el país se ubica entre los mayores consumidores a nivel mundial. El problema de estas bebidas es que constituyen una fuente importante de calorías sin aportar (la mayoría de ellas) otros nutrientes más que el azúcar.

“Cuando tomamos un té o un café y lo endulzamos, vemos cuántas cucharadas de azúcar ingerimos. En cambio, cuando consumimos gaseosas, aguas saborizadas y jugos en cajita (muchos de los cuales vienen en envases con dibujos de frutas para parecer saludables/naturales), no vemos la cantidad de azúcar que contienen. Una gaseosa regular (no light) de 600ml, por ejemplo, tiene unas 13 cucharaditas de azúcar. Es importante tomar consciencia sobre esa cantidad de azúcar y conocer los potenciales riesgos que tiene su ingesta para la salud”, explica Alcaraz.

La especialista advierte que lo que la población general sabe de las bebidas azucaradas es solo una ínfima parte de lo que debería conocer. En este sentido, propone: “Hagamos el ejercicio de pensar a esta problemática como un iceberg en el que las latas, botellas, cajitas y sobres de bebidas azucaradas son solo la parte visible. Todo lo que está oculto del iceberg, aquello que no vemos, es lo que sucede en la salud de la población por el consumo de esas bebidas. Esta investigación lo que hizo fue justamente develar lo oculto, visibilizar los casos de diabetes, obesidad, sobrepeso y otras enfermedades que son causados por consumir bebidas azucaradas”.

El estudio fue coordinado por IECS para cuatro países (Argentina, Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago) y fue financiado por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá. Del mismo participaron investigadores y decisores sanitarios de universidades, centros de investigación e instituciones públicas (en Argentina participó el IECS, en Brasil la ACT Promoção da Saúde, en El Salvador el Ministerio de Salud y en Trinidad y Tobago, la University of the West Indies). El trabajo incluyó el desarrollo un modelo matemático que permitió estimar la carga de enfermedad producida por las bebidas azucaradas y el potencial impacto de las intervenciones dirigidas a reducir su consumo.

En una primera etapa del trabajo (realizada el año pasado), los investigadores ya habían examinado la efectividad documentada de cuatro intervenciones sanitarias para limitar el consumo de estas bebidas: el etiquetado nutricional frontal; la aplicación de impuestos; las medidas educativas y modificación del entorno escolar; y la prohibición de la publicidad, promoción y patrocinio.

OTRAS CONSECUENCIAS EN ARGENTINA

Además de diabetes, tomar gaseosas, jugos y otras bebidas con azúcar produce en Argentina 514.000 casos de sobrepeso y obesidad en adultos y 774.000 en niñas, niños y adolescentes, una franja de la población particularmente vulnerable porque las preferencias alimentarias se crean en esa edad y luego tienden a sostenerse en el tiempo.

Asimismo, se le pueden adjudicar por año 54.000 casos de enfermedades cardíacas, 29.000 accidentes cerebrovasculares, 34.000 problemas osteomusculares, 21.000 lesiones renales, 16.000 casos de asma y 9.000 de cáncer y otras patologías, concluyó el análisis del IECS. Por todas estas causas, en nuestro país las bebidas azucaradas son la causa de 12 muertes por día en Argentina.

Otro de los efectos del consumo elevado de estas bebidas son las caries, que afectan la integridad dentaria y se suman a la obesidad como factores que pueden derivar en discriminación o falta de oportunidades laborales.

“Se trata de un verdadero problema de salud pública. El sistema de salud gasta $ 55.800 millones de pesos argentinos cada año para la atención de las enfermedades derivadas del consumo de bebidas azucaradas, lo que representa el 2,8% de lo que Argentina gasta en salud”, asegura el Dr. Andrés Pichon-Riviere, doctor en Medicina, magister en ciencias y en Epidemiología Clínica de la Universidad de Harvard, director ejecutivo del IECS y uno de los investigadores principales del estudio.

[1] https://www.paho.org/es/temas/diabetes