JULIO – AGOSTO 2024
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En vísperas del Día Mundial de la Salud Basada en la Evidencia (EBHC), es necesario resaltar la importancia de un abordaje integral para hacer frente a la policrisis y transformar el conocimiento en acción.
El día mundial de la Salud Basada en la Evidencia (EBHC), que se celebra este 20 de octubre por quinta vez, busca crear conciencia sobre la necesidad de contar con mejores evidencias para sustentar las políticas, las prácticas y la toma de decisiones para mejorar los resultados sanitarios a nivel mundial. La iniciativa está impulsada por la Colaboración Cochrane, una organización académica no gubernamental que se dedica a la síntesis de la evidencia disponible mediante una metodología sistemática y con los más altos estándares de calidad.
La campaña de este año se titula Salud y más allá: de la evidencia a la acción y destaca la necesidad urgente de abordar loslímites sociales, económicos y ecológicos de nuestro planeta, que incluyen el concepto de policrisis y exigen un abordaje integral.
La Colaboración Cochrane nació casi en simultáneo y se potenció mutuamente con el movimiento de la medicina basada en la evidencia (MBE), un paso transformador para romper con la “medicina basada en la eminencia” contraponiendo un abordaje que resulta democratizador. Pero un buen ejercicio de la MBE no toma como único insumo la mejor evidencia, sino que también tiene en cuenta factores tales como la experiencia, las preferencias y los valores de las y los pacientes, la costo-efectividad y el contexto socioeconómico.
Por otra parte, la evidencia siempre fue necesaria (en 1997 la MBE fue bautizada por su inicio más reconocible y por el notable impulso que le dio la Universidad de McMaster como “un añejo vino francés con nueva etiqueta canadiense”), pero tiene que llegar oportunamente. Una de las acciones de concientización más importantes es comunicar experiencias exitosas de transformar evidencia a la acción. A partir de la pandemia de COVID-19, con colegas del IECS lideramos, colaborativamente con múltiples instituciones a nivel mundial, el desarrollo de una revisión sistemática viva que actualiza y presenta en un visualizador toda la evidencia que se va acumulando sobre la eficacia y seguridad de las vacunas contra SARS-CoV-2 en el embarazo que fue de gran utilidad para decisores de todo el mundo. Este enfoque que también está siendo útil para monitorear en tiempo real el impacto de otras vacunas contra otras enfermedades emergentes como Chikungunya y Fiebre py más recientemente para mpox o viruela símica, posibilitando así la toma de decisiones oportunas. Resumiendo, la mejor evidencia por sí sola no alcanza si el conocimiento no llega a tiempo.
Es positivo que, con el correr del tiempo, los decisores tengan cada vez más receptividad a la evidencia. Y también con el tiempo crece la conformación de grupos dedicados a sintetizarla en el mundo y a lo largo y ancho del país. Junto al Hospital Italiano de Buenos Aires y el Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP), el Centro Cochrane IECS es uno de los tres que conforman el Centro Cochrane Argentina y, a su vez, tenemos media docena de centros afiliados. El último en sumarse es uno con sede en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), dirigido por el Dr. Fernando Tortosa, el primero patagónico y tal vez el más austral del planeta. Toda esta red se encuentra involucrada por igual para impulsar fuertemente la toma de decisiones en salud basadas en la evidencia oportuna y de calidad.
Por: Dr. Agustín Ciapponi, director del Centro Cochrane Argentino del IECS, doctor en Salud Pública e investigador principal del CONICET.