4 de marzo: día mundial de la obesidad
Argentina: 1 de cada 4 casos de obesidad en niños y adolescentes está asociado con el consumo de gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas con azúcar
Un estudio señala el vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad y el mayor riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Las gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas son responsables del 10% de los casos de sobrepeso y del 27% de los casos de obesidad en niños y adolescentes de 0 a 17 años, lo que implica que deberían impulsarse distintas medidas para limitar su consumo en esa franja de población, según una investigación reciente liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), una institución académica afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Según este trabajo científico, por el consumo de estas bebidas anualmente en Argentina 774 mil niñas, niños y adolescentes sufren obesidad o sobrepeso.
Según señala una de las investigadoras principales de este trabajo, la Dra. Andrea Alcaraz, cardióloga y máster en Efectividad Clínica, los datos permiten pensar que existe un “lado oculto” en el consumo de estas bebidas, pues se desconoce información muy importante sobre las consecuencias que tiene ingerirlas. Alcaraz explica que las cifras del estudio del IECS, que permiten vincular el sobrepeso y la obesidad con las bebidas azucaradas, merecen especial atención porque, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2019), Argentina tiene una prevalencia de obesidad infantil del 33%, una de las mayores en América Latina. “Entre los 5 y 17 años, el 20,7 % tiene sobrepeso y el 20,4 tiene obesidad”, puntualizó.
“El consumo de estas bebidas está íntimamente relacionado con la cantidad de personas que padecen obesidad. Hay mucha información que está ‘oculta’, que la población desconoce. Por ejemplo, pocos saben que una gaseosa regular (no light) de 600ml, tiene unas 13 cucharaditas de azúcar. Las gaseosas, al igual que las aguas saborizadas y jugos en cajita (muchos de los cuales vienen en envases con dibujos de frutas para parecer saludables/naturales), contienen gran cantidad de azúcar. Y el azúcar es una fuente importante de calorías que no aporta ningún otro nutriente. Es importante saber esto, tomar consciencia y conocer los potenciales riesgos que tiene ingerir estas bebidas para la población en general, pero especialmente para los más pequeños”, afirma Alcaraz.
“El consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de sufrir obesidad, sobrepeso y también otras enfermedades (como diabetes). Limitar el consumo en chicos y chicas es especialmente importante porque las preferencias alimentarias se aprenden en la infancia y persisten en la vida adulta. Intervenir precozmente con acciones que restrinjan el consumo puede tener un gran impacto sobre la salud pública.”, amplía el Dr. Andrés Pichon-Riviere, doctor en Medicina, magister en ciencias y en Epidemiología Clínica de la Universidad de Harvard, director ejecutivo del IECS y uno de los investigadores principales del estudio.
Los autores de este trabajo científico aseguran que quienes son obesos en la niñez tiene un riesgo aumentado de serlo en edad adulta y que existen también otras complicaciones sanitarias y sociales. “Quienes son obesos en la infancia son además más propensos a desarrollar asma, así como sufrir discriminación y acoso escolar y familiar”, señala el estudio, que está disponible aquí. Para ver el resumen infográfico de estudio hacer click aquí (la información sobre infancia está disponible en la pág. 3)
Además, “Las bebidas azucaradas provocan un aumento importante de las caries que perjudica la integridad de las piezas dentarias. El problema resulta más notorio en niños y niñas con menor acceso al sistema de salud y puede derivar en problemas sociales como el bullying”, observa Alcaraz.
El estudio también determina a las bebidas azucaradas como una de las casusas asociadas a 517.000 casos de sobrepeso y obesidad en hombres y mujeres mayores de 18 años, así como con el 23% de los casos de diabetes diagnosticados en adultos. El sobrepeso y la obesidad también incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, problemas osteomusculares, accidentes cerebrovasculares, asma, cáncer y otras enfermedades. Al respecto, cabe señalar el 66% de los adultos argentinos tiene exceso de peso, según la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018).
“Este estudio muestra, por primera vez, la magnitud del impacto de las bebidas azucaradas en la salud pública en Argentina. Constituye un llamado de atención para quienes toman decisiones sanitarias y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad”, concluye Pichon-Riviere.
Este estudio, dirigido por el IECS, es un proyecto colaborativo financiado por el Centro Internacional para el Desarrollo de Canadá (IDRC) de Canadá. Se llevó a cabo en Argentina, Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago en colaboración con investigadores y decisores sanitarios de universidades, centros de investigación e instituciones públicas de los cuatro países.
Toda la información sobre este estudio está disponible en: www.iecs.org.ar/azucar