BOLETÍN N°104
La OMS produjo una guía con 56 recomendaciones que ponen a la mujer en el centro de las decisiones y desalientan aquellas prácticas médicas innecesarias.
La mayoría de los 140 millones de nacimientos que se producen cada año en el mundo ocurren en mujeres sin factores de riesgo conocidos de complicaciones para ellas mismas o sus bebés en el comienzo o el transcurso del trabajo de parto. Sin embargo, a menudo el proceso de atención en los partos hospitalarios es insatisfactorio: mientras algunas pacientes reciben muy pocas intervenciones demasiado tarde, otras reciben más de las que necesitan de modo precoz.
Con el objeto de poner a la mujer en el centro de la toma de decisiones y favorecer una experiencia positiva de parto, la Organización Mundial de la Salud acaba de publicar una guía con 56 recomendaciones para el cuidado intraparto. Para la misma se siguió un proceso riguroso de revisión de las evidencias científicas. Y dos argentinos tuvimos el orgullo de participar de su desarrollo: Edgardo Ábalos, del Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP); y quien esto escribe, como miembro de un grupo externo con amplia representatividad global.
Del conjunto de recomendaciones, hubo 30 que ya aparecían en guías anteriores de la OMS y 26 novedosas. Algunas para destacar son las siguientes:
*Se enfatiza la idea de una “atención materna respetuosa”, incluyendo la organización del cuidado para que la madre mantenga su dignidad, privacidad y confidencialidad. Y la comunicación y apoyo del personal de salud para que pueda tomar elecciones informadas.
*Se refuerza la importancia de evitar las intervenciones médicas innecesarias si la madre y el niño están bien. En ese sentido, se definen límites más laxos respecto de los tiempos “normales” en los períodos dilatante (primera etapa) y expulsivo (segunda etapa) del parto. Y se valora como no realista un umbral de progresión de dilatación cervical inferior a 1 cm/h en la primera etapa para decidir la intervención médica. En otras palabras: se amplía el tiempo propuesto para una conducta médica de observancia.
*Se desaconseja el monitoreo fetal de la frecuencia cardíaca (cardiotocografía) como práctica de rutina al término del embarazo o durante el trabajo de parto.
*Se reconoce el derecho a la mujer a recibir algún procedimiento de analgesia cuando requieran alivio del dolor durante el trabajo de parto, según sus preferencias. Y no sólo medicamentosa: pueden ser también distintas técnicas de relajación.
En conjunto, la nueva guía de la OMS plantea un marco de referencia para que decisores en salud, jefes de servicio, sociedades científicas y clínicos (obstetras) adopten y adapten las recomendaciones a protocolos de manejo. En Argentina, afortunadamente, la Ley de Parto Respetado (N°25.929) incluye algunas de estas recomendaciones con fuerza de ley. Sin embargo, su implementación efectiva dista aún de ser amplia. En ese sentido, la guía de la OMS alienta también a desarrollar intervenciones puntuales y progresivas de implementación, de modo tal de que la letra del documento llegue de manera efectiva a mujeres en trabajo de parto. Dar a luz no sólo tiene que ser seguro, sino también una experiencia positiva para las mujeres, los niños y el resto de sus familias.
Por Dr. Fernando Althabe, médico obstetra, director del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del IECS.