19 de noviembre 2020
GACETILLA
EXPERTOS ADVIERTEN SOBRE EL “LADO OCULTO” DE LAS BEBIDAS AZUCARADAS
EN ARGENTINA EL CONSUMO DE GASEOSAS, JUGOS, AGUAS SABORIZADAS Y OTRAS BEBIDAS CON AZÚCAR ES RESPONSABLE DE MÁS DE 1,2 MILLONES DE CASOS DE SOBREPESO Y OBESIDAD Y PROVOCA QUE 800.000 ADULTOS DESARROLLEN DIABETES, INFARTOS, CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES.
En Argentina, el consumo de gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas no solo contribuye con la epidemia de sobrepeso y obesidad, sino que también es responsable, a lo largo de un año, de más de 800.000 casos de diabetes, enfermedad cardíaca, problemas osteomusculares, accidentes cerebrovasculares, asma, cáncer y otras enfermedades, según una investigación liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), una institución académica afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Para una de las investigadoras principales, la Dra. Andrea Alcaraz, cardióloga y máster en Efectividad Clínica, los datos revelan que hay un “lado oculto” del consumo de estas bebidas que suele pasar inadvertido y que tiene un impacto tanto sanitario como económico.
“Hagamos el ejercicio de pensar a esta problemática como un iceberg en el que las latas, botellas, cajitas y sobres de bebidas azucaradas son solo la parte visible. Todo lo que está oculto del iceberg, aquello que no vemos, es lo que sucede en la salud de la población por el consumo de esas bebidas. Esta investigación lo que hizo fue justamente develar lo oculto, visibilizar los casos de diabetes, obesidad, sobrepeso y otras enfermedades que son causados por consumir bebidas azucaradas”, dice Alcaraz, quien trabaja como coordinadora de Evaluación de Tecnologías Sanitarias en el IECS.
Los adultos de Argentina consumen en promedio 85 litros anuales de bebidas azucaradas, una fuente importante de calorías que generalmente no aportan otros nutrientes más que el azúcar.
“Cuando consumimos gaseosas, aguas saborizadas y jugos en cajita (muchos de los cuales vienen en envases con dibujos de frutas para parecer saludables/naturales), no vemos la cantidad de azúcar que contienen. Una gaseosa regular (no light) de 600ml, por ejemplo, tiene unas 13 cucharaditas de azúcar. Es importante tomar consciencia y conocer los potenciales riesgos que tiene su ingesta para la salud”, explica Alcaraz.
“El estudio es un llamado de atención para los países y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad”, dice el Dr. Andrés Pichon-Riviere, doctor en Medicina, magister en ciencias y en Epidemiología Clínica de la Universidad de Harvard, director ejecutivo del IECS y uno de los investigadores principales del estudio.
Los resultados del estudio, disponibles aquí, fueron presentados el 19 de noviembre en un webinar zoom del que participaron el Dr. Sebastián Laspiur, asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); la Dra. M. Graciela Abriata, directora nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud; el Dr. Fernando Zingman, especialista en salud de UNICEF; la Dra. Luciana Castronuovo, directora de Políticas de Alimentación Saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina; la periodista científica Nora Bar y Brenda Lis Austin, diputada nacional por el Bloque UCR-Interbloque Juntos por el Cambio.
En dicho webinar, Laspiur aseguró que la información del estudio es “muy valiosa” para la toma de decisiones. Evaluó: “Es llamativo que hasta ahora no tuviéramos mucha información sobre productos que sabemos que son perjudiciales para la salud”. Y agregó: “No más del 10% de la energía diaria consumida debe provenir de azúcares, y las bebidas azucaradas producen un desequilibrio alto de las dietas, por lo que deben ser pasibles de regulación”, como es el caso del aumento de impuestos a estos productos.
Cabe señalar que el estudio fue realizado también en otros tres países de Latinoamérica y el Caribe (Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago), naciones en las que trabajaron investigadores y decisores sanitarios de universidades, centros de investigación e instituciones públicas. En los cuatro países el estudio dimensionó la carga de enfermedad atribuible a las bebidas azucaradas.
LOS PRINCIPALES RESULTADOS DE ARGENTINA SON LOS SIGUIENTES:
*Tomar bebidas azucaradas produce en Argentina 514.000 casos de sobrepeso y obesidad en adultos y 774.000 en niñas, niños y adolescentes (una etapa de la vida donde se fijan las preferencias).
*Asimismo, el consumo de esas bebidas es responsable anualmente de 357.000 casos de diabetes en hombres y 282.000 en mujeres.
*También se le pueden atribuir, en un año determinado, 54.000 casos de enfermedades cardíacas, 29.000 accidentes cerebrovasculares, 34.000 problemas osteomusculares, 21.000 lesiones renales, 16.000 casos de asma y 9.000 de cáncer y otras patologías,
Los investigadores también calcularon que el sistema de salud gasta $ 55.800 millones de pesos argentinos cada año para la atención de las enfermedades derivadas del consumo de bebidas azucaradas, lo que representa el 2,8% de lo que Argentina gasta en salud.
TEXTUALES DE EXPERTOS SOBRE ESTE ESTUDIO (las siguientes frases fueron vertidas en el webinar zoom realizado el 19/11/2020)
Dra. M. Graciela Abriata, directora nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud. “Estos resultados son sumamente importantes para aquellos que tenemos que tomar decisiones. Poner un problema en números absolutos es la medida de impacto que debemos tener a mano para priorizar recursos e intervenciones. El sobrepeso y obesidad también aumenta durante el primer ciclo escolar, y en eso también influyen las bebidas que se ofrecen en esos ámbitos escolares. Tenemos que empezar a cambiar poco a poco los hábitos e implementar políticas desde el Estado.”
Dr. Fernando Zingman, pediatra, especialista en salud de UNICEF. “Una mirada cuantitativa, con datos numéricos concretos, es indispensable para cualquier argumentación e implementación de política de regulación. Pero también sería necesario que le llegue a la población: que cuando vuelvan las clases, los padres entiendan que un juguito y un alfajor en la mochila no está tan bueno.”
Brenda Lis Austin, diputada nacional por el Bloque UCR-Interbloque Juntos por el Cambio. “La presentación que han hecho, la cantidad de personas que enferman y mueren por el consumo de bebidas azucaradas, es shockeante. Las evidencias sólidas ofrecen una herramienta decisiva para los debates. Es una manera de equilibrar la cancha frente a los lobbies sectoriales. Me embarga la indignación de que no siempre las decisiones que se toman en políticas públicas se basan en la evidencia, por eso es tan importante mejorar el proceso de toma de decisiones para transformar el estado de cosas.”
Dra. Luciana Castronuovo, directora de Políticas de Alimentación Saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) “La situación es alarmante y requiere acciones urgentes. Cuando a veces aparecen argumentos económicos, se pierde de vista los millonarios costos en que incurre el estado por no implementar políticas para reducir el consumo de bebidas azucaradas y el gasto que destina a atender enfermedades prevenibles. Este tipo de evidencia, como la producida por el IECS, es la que tiene que guiar los debates de las políticas públicas”.
Dr. Sebastián Laspiur, asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS): “La información de este estudio es muy valiosa para la toma de decisiones. Es llamativo que hasta ahora no tuviéramos mucha información sobre productos que sabemos que son perjudiciales para la salud. Este estudio trae luz y con estos datos es difícil postergar decisiones. (…) No más del 10% de la energía diaria consumida debe provenir de azúcares, y las bebidas azucaradas producen un desequilibrio alto de las dietas, por lo que deben ser pasibles de regulación”, como es el caso del aumento de impuestos a estos productos.
Nora Bar, periodista científica. “Lo que no se cuantifica y lo que no se cuenta a los demás parece que no existiera. Cuando un tema no está en los medios, parece que no importara. Este tipo de estudio, con rigor científico, que puede cuantificar conceptos que nos rondan, es periodísticamente muy atractivo y puede hacer que un mensaje importante llegue al público lego. Y ofrece un punto de referencia para el trazado y monitoreo del impacto de políticas públicas que conduzcan a una mejor alimentación”
ACERCA DEL IECS: El IECS es una institución académica independiente y sin fines de lucro que se dedica a investigación, educación y cooperación técnica en salud. Fundada en 2002, es una institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que alberga una unidad ejecutora del CONICET, un centro Colaborador de la OMS y un Centro Cochrane. La misión del IECS es “contribuir a mejorar la salud global, generando y promoviendo la aplicación de la mejor evidencia científica”.
CONTACTO DE PRENSA IECS:
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